Aune Hartmann fue una ecologista alemana (60) que se enamoró de Sudamérica: la Amazonia y los andes pero lamentablemente también se enamoró de la persona equivocada, un músico del altiplano (30), este error terminó por costarle la vida.

El autor del libro, Roberto Pazos conoció a Aune en persona y admiraba su espíritu libre y altruista; Sin embargo en la búsqueda de resolver el gigantesco rompecabezas de la misteriosa desaparición de Aune  encuentra un compendio de cuentos que ella escribió en sus diversos viajes a su “Amada Sudamérica”, el mundo real se mezcla con las fantásticas aventuras de los personajes imaginarios, todos estos relatos tenían un mensaje ecológico e incluso claves sobre su intensa vida. 

Aune era liberal, urbana, profesional e idealista; en contraste el músico era conservador, rural, sin educación y pragmático. Estos dos mundos colisionaron en un choque de culturas y pasiones.

La narrativa sigue la investigación de una crónica que reúne detalles de entrevistas con sus amigos, familiares, y testigos. Pero el autor también explora las complejidades del ser humano. La ambientalista en cierta medida estuvo enceguecida ante el “mundo ideal” que recreo en Sudamérica sin tomar en cuenta las consecuencias de ejercer su liberalismo en sociedades rurales conservadoras. En cierta medida el confiar en las personas fue la mayor virtud de Aune pero también su perdición.

Las investigaciones del autor revelan que el asesinato de Aune tuvo fallas sistémicas en el proceso, corrupcion, neligencia e incompetencia de los sistemas policiales, penales y administrativos tanto en Peru con el Boilivia. El análisis de los hechos abren cuestionamientos sobre este choque de mundos: ¿Cuánto vale una vida en Alemania en comparación a otra en Sudamérica?. Las respuestas pueden incomodar al lector pero abre la puerta a analizar temas que trascienden al feminicidio. 

Aune terminó convirtiéndose en protagonista de su propio cuento y es el autor el que se encarga de escribir la compleja historia donde no hay verdades absolutas.  En última instancia, la historia de Aune Hartmann es un recordatorio convincente de la capacidad humana tanto para el bien como para el mal. Nos obliga a examinar nuestros propios valores, creencias y acciones, y a luchar por un mundo más justo y compasivo.